Como cada impresora, Artenea 3D también está compuesta de piezas. Piezas que no sabemos muy bien cómo, pero encajan perfectamente para crearnos. Artenea 3D no es una empresa. Es una red de personas que llevan a cabo sus proyectos y sus ideas cuando están juntos. Que sin tener nada que ver, han encontrado un punto en común de conexión tan especial que completan un puzle perfecto.
Carmen , creadora de proyectos. Ha empezado ya varios negocios y empresas. Es ambiciosa y emprendedora, y Artenea parece que empezó como un proyecto más, pero ahora sabe que nunca ha tenido ninguno tan claro como este. A pesar de las limitaciones y los obstáculos que han ido apareciendo en estos dos años de aventura, está segura de que Artenea 3D va a seguir adelante y lo más interesante de todo, es que no sabe cómo. Y eso para Carmen abre un mundo infinito de posibilidades. Pero su idea es que no se quede solo en una empresa de impresión 3D, sino que evolucione a mucho más.
Pablo es él y sus dibujos a ordenador y Tablet. Conoció a Carmen cuando trabajaban los dos para una empresa en el mismo departamento como ingenieros. Estaba empezando a modelar en 3D y subía sus diseños a una web para venderlos. Pero él tenía claro que quería hacer algo, empezar algo. Y así fue como Carmen y él hicieron click, y formaron Artenea.
Luis, se lo dices y lo imprime. Trabajaba de arquitecto comercial en una empresa, y mientras imprimía en casa, por el placer de imprimir, porque le gustaba mucho, un hobbie como otro cualquiera que le trajo a esto. En Artenea imprime por el placer de imprimir también, pero con muchas más herramientas y un objetivo que le motiva. Aquí da rienda suelta a lo que le gusta a hacer, y lo hace meticulosamente con la mezcla exacta entre perfección y pasión.
Gabi, el diamante en bruto, y la demostración de que para encontrar talentos Linkedin funciona. Programador, de esos que no hay explicación para todo lo que saben. Pues Gabi sabía mucho, muchísimo de impresoras. Era lo que necesitaba Artenea para empezar Pandora, una impresora 3D propia. Y Gabi hace que el proyecto sea mucho más fácil, una unión perfecta mecánica y electrónica.
Nikki, la definición de autodidacta. Oficialmente es psicóloga, pero realmente es muchas cosas más. Con todo lo que se ha propuesto aprender en la vida, pretende llevar la psicología a la calle de una forma diferente, al día a día de la gente. Ha aprendido programación ella sola porque si se le mete algo en la cabeza lo hace. Gabi necesitaba encontrar su tándem, aunque no lo sabía. Es inspirador ver cómo aprenden el uno del otro y van a llevar ULAB y nuestras propias impresoras a otro nivel.
Lucía es compromiso y creatividad. Ha encontrado un sitio para crecer. Viene de un pueblo muy pequeñito de León, y necesitaba un proyecto donde la dejaran explorar y desarrollarse sin poner límites. En Artenea encuentra su fuente de creación para llenarnos a todos de sus ganas y su imaginación sin freno.
Paula, inquietud en todas sus vertientes. Nos enseña lo que no vemos y, además, lo hace fácil. Le da vida a la diosa Artenea para contaros cada posibilidad que presenta este equipo. Es una revolución que no pasa desapercibida y lo vais a notar. Ella es marketing y comunicación pero ya maneja impresoras. Tocará todos los palos para hacer que nos enganchemos a cada idea sabiendo transmitirla y dejándonos ver lo que tenemos entre manos.
Silvia, o como adorar la impresión 3D en todas sus formas, como si de su religión se tratara. Sabe todo lo que se puede saber de este mundo utilizando todos los recursos de información a su alcance. Su devoción por esta tecnología y su positividad cada día durante las semanas en las que la conocimos participando en el proyecto del COVID-19, han hecho que sea imposible no contar con ella en el equipo. Quiere dedicarse a la enseñanza así que no podría haber mejor candidata para llevar a nuestra Pandora a colegios, y la impresión 3D a los más pequeños.
Esto es Artenea. Gente que arriesga, que monta una empresa y después aprende a imprimir en 3D. Compramos la primera impresora 3D después de hacer nuestro primer proyecto. Suena loco, pero realmente son la confianza en lo que hacemos y la pasión que ponemos lo que hacen que esto siga adelante. Desarrollando algo en conjunto que cada uno tenía dentro. Y por eso funciona.